Terapia con Samario 153
Las estadísticas muestran que entre el 60 y 80% de los pacientes con tumoraciones malignas desarrollan metástasis óseas. El dolor producido por la diseminación llega a ser inevitable e insoportable cuando alcanza la médula ósea, cuando sobrepasa los 50 mmHg de presión o al existir asociadamente la invasión del periostio.
El dolor percibido es intenso, persistente, progresivo y habitualmente conlleva un deterioro significativo de la calidad de vida del paciente ya que se extiende a más regiones del cuerpo con el tiempo.
Para contener esta sintomatología se han usado diferentes procedimientos terapéuticos desde los analgésicos, la cirugía y los radiofármacos. Estos últimos se han empleado desde hace 60 años, especialmente el samario 153 etilen diamino tetraetilen fosfato (Sm153-EDTMP), el cual ofrece un beneficio importante en un 80% de los casos tratados, sin embargo, en el 20% restante, no hay una respuesta adecuada al tratamiento y el dolor persiste.
La dosis que se usa actualmente es a razón de 1 mCi/Kg de peso (37 MBq/Kg) por infusión intravenosa; previo a la administración del radiofármaco, el paciente debe recibir una hidratación por esta línea de 7 ml/kg para reducir la exposición a la radiación que va a recibir.
En las primeras 6 a 12 horas una parte del radiofármaco será excretado por medio de la orina, por lo que se hará necesario realizar las medidas de higiene con mayor eficacia del sanitario.
Los estudios realizados reflejan que aproximadamente un 28.5% de los pacientes tendrá una remisión completa del dolor, 37.2% remisión parcial y el 14.3% no experimentará mejorías perceptibles. La respuesta al tratamiento ocurre entre los 10 y 30 días después de la administración de la terapia en el 83 % de los pacientes. El 71.4% de los pacientes pueden reducir el consumo de analgésicos.
Paciente con múltiples lesiones infiltrativas, candidato a Terapia con Samario 153
El samario 153 es un radioisótopo emisor de radiación beta de energía intermedia, tiene una vida media física de 46.3 horas que se emplea con fines diagnósticos y en terapia paliativa del dolor producido por metástasis osteoblásticas, por lo general producidas por cáncer de próstata. Sus propiedades farmacodinámicas se caracterizan por la afinidad para concentrarse en el tejido óseo, asociado íntimamente a la hidroxiapatita y en relación al flujo sanguíneo regional.
La relación de concentración es 5 veces mayor en el tejido dañado que en el sano, a los 30 minutos después de la inyección intravenosa más del 90% del radiofármaco se habrá fijado al tejido óseo, la mayor excreción se produce en las primeras 4 horas (aproximadamente un 30% de la dosis administrada), aunque en los pacientes con mayor número de lesiones la excreción disminuye considerablemente debido a la mayor fijación en los tejidos afectados. La actividad fijada al esqueleto será del 65 al 80% de la dosis administrada.
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