Las técnicas de medicina nuclear, además de conseguir imágenes de la morfología de los órganos, proporcionan imágenes del funcionamiento y el metabolismo de los mismos.
Hoy en día la gammagrafía se utilizan para estudiar casi todos los órganos del cuerpo: los huesos, las glándulas, el aparato digestivo, el aparato urinario, el sistema nervioso, etc.
En cuanto a sus ventajas, podemos mencionar que son exploraciones no invasivas y muy seguras; la cantidad de radiación que recibe el paciente es mínima. Además es un procedimiento relativamente sencillo de realizar y tienen pocas probabilidades de producir complicaciones.
La gammagrafía se realiza con material radioactivo inhalado o inyectado (radioisótopos) para visualizar el espacio pulmonar donde se hace el intercambio de gases (ventilación) y la circulación sanguínea del tejido parénquima (perfusión) en todos los segmentos de los pulmones.
En realidad se trata de 2 exámenes que se pueden realizar por separado en diferentes momentos o consecutivamente, esto dependera de la informacion que se quiere obtener o del diagnostico en estudio.
En la gammagrafía de perfusión, a la persona se le inyecta albúmina radioactiva (albúmina macroagregada marcada con Tc 99m) por una de las venas perifericas e inmediatamente se la ubica en en la gammacámara. A continuación, se realizan multiples imagenes de los pulmones en diferentes posiciones para detectar y visualizar la distribución de las partículas radioactivas, habitualmente no se produce ningún efecto secundario.
En la gammagrafía de ventilación se hace mediante la toma de imágenes de los pulmones mientras la persona inhala un gas radioactivo (aire mezclado con xenón 133 o con DTPA Tc 99m en aerosol). Para tal fin, a la persona se le suministra una máscara o una boquilla y se le pide respirar el gas mientras está sentada o acostada en la camilla de la gammacámara.
En general no es necesario realizar ninguna preparación previa, sólo en algunos casos el paciente deberá acudir en ayunas o suspender algún tratamiento específico que estuviera tomando.
Para la realización de este procedimiento, la persona debe firmar un formulario de consentimiento y no necesita ayunar, hacer dietas especiales o tomar medicamentos.
La gammagrafía de ventilación se utiliza para evaluar la capacidad para airear todos los segmentos que forman en su conjunto los pulmones, mientras que la gammagrafía de perfusión mide el suministro sanguíneo a través de estos al tejido propio de los pulmones.
Una gammagrafía de ventilación y perfusión se realiza como auxiliar en el diagnóstico de émbolos pulmonares, al igual que para evaluar la función pulmonar en las personas que padecen una enfermedad pulmonar como EPOC o hipertensión pulmonar.
Como toda técnica radiactiva, está contraindicada en los primeros meses del embarazo por los efectos nocivos de las radiaciones sobre el organismo.
Las mujeres que estén dando lactancia materna y tengan que someterse a una prueba de medicina nuclear tendrán que suspenderla durante unos días que se indicarán en cada caso en función de la cantidad de isótopo administrada.